Tanto si estamos en interiores o exteriores, tanto si llueve o hace sol, los rayos UV pueden afectar nuestra piel. Por eso es necesario utilizar diariamente productos con un fotoprotector solar de 30 o más.
POR FUERA:
Para escoger un protector solar, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones prácticas:
1. Si tienes una piel sensible o seca, busca protectores solares con ingredientes hidratantes como el aloe vera.
2. SPF adecuado: un protector solar con SPF 30-50 es suficiente para la mayoría de las personas. Si tienes la piel clara o te expones a largas horas de sol, opta por SPF más altos. Las cremas solares etiquetadas como de amplio espectro son las que protegen de los rayos UVA y UVB.
3. ¿Filtro mineral o químico? Los filtros químicos u orgánicos absorben y neutralizan los rayos UV mientras que los filtros minerales (óxido de zinc, dióxido de titanio) los reflejan. En ambos casos su rol es el de proteger la piel de los rayos UVB, los responsables de las quemaduras y de la degradación de la piel (envejecimiento prematuro).
4. En la playa es interesante utilizar una crema resistente al agua que sea amigable con el medio ambiente para reducir al máximo el efecto en los organismos marinos.
POR DENTRO:
También puedes cuidar la piel desde dentro. Incorporar nutriente como el betacaroteno, presente en alimentos como zanahorias o calabazas ayuda a proteger el daño solar y a mantener la elasticidad. Los ácidos grasos omega-3 reparan y a regeneran la piel, es decir, retrasan los signos prematuros de la edad. Además, mantener una buena circulación favorece la oxigenación de las células, lo que mejora la apariencia de la piel.
El agua constituye un 70% de nuestro cuerpo y por lo tanto para mantener este equilibrio tenemos que beber e ingerir alimentos que contengan agua para garantizar una hidratación perfecta.
El verano es una de las estaciones donde hacemos más actividades al aire libre y por lo tanto aumentamos el ritmo de vida. Por eso el nivel de agua de nuestro cuerpo baja más rápido que durante las estaciones de menos calor. Es durante esta estación donde tenemos que ser cuidadosos e incrementar la ingesta de líquidos y sales minerales.
- Consejos para una correcta hidratación:
o Beber de 2 a 2,5 litros al día
o Beber en sorbos pequeños
o No esperar a tener sed para ingerir líquidos.
o Los deportistas tienen que hidratarse antes, durante y después de realizar alguna actividad deportiva además de intentar evitar las zonas de más sol para practicar deporte.
o Llevar siempre agua allá donde vayamos.
Los síntomas de la deshidratación:
o Uno de los síntomas más evidentes de la deshidratación es la boca seca.
o La falta de agua provoca cansancio, dolor de cabeza y falta de concentración.
- Tipos de líquidos:
o Agua: Calma la sed
o Zumo de frutas: contienen agua y las propiedades pertinentes de cada fruta. Hidratan, calman la sed y son nutritivos
o Bebidas refrescantes. aportan prácticamente un 80-90% de agua y calman la sed. Además de contener fruta. Un muy buen ejemplo son las latas Free.sh. Su ingrediente más abundante y principal es el agua de manantiales austriacos.
o Infusiones: contienen agua y plantas. Son un buen complemento para tomar en meriendas y desayunos. Ideales para la gente a la que no le gusta beber agua sola
o Alimentos con alto contenido en agua. Hay muchas frutas y hortalizas que contienen un 90% de agua. Algunos ejemplos son:
- o Sandía
- o Tomate
- o Lechuga
- o Espinaca
o Naranja
- Un postre refrescante y que nos aporta una cantidad muy considerable de agua es la gelatina.