Kombucha: ¿qué es?
El kombucha es una bebida fermentada, ligeramente carbonatada gracias a fermentación natural y con un sabor entre ácido, dulce y avinagrado que recuerda a la sidra o el cava.
El kombucha está elaborado con una base de té verde o negro, o combinaciones de estos. A la infusión de éste, se añade una colonia de levaduras y bacterias, conocida como madre o SCOBY (SymbioticA Colony of Bacteria and Yeast) y azúcar y se deja fermentar durante una o dos semanas.
¡Cuidado con el azúcar!
El azúcar es un ingrediente imprescindible en la elaboración de kombucha. Es el combustible de los microorganismos que se encargan de su fermentación, que lo transforman casi en su totalidad, para convertirlo en ácidos orgánicos beneficiosos para la salud … o así debería ser … Hay marcas de kombucha (¡la mayoría!) que para darle un mejor sabor añaden cantidades extra de azúcar -la cantidad de azúcar en estas variedades puede oscilar entre 10 y 15 g por ración, que equivaldría dos o tres cucharadas- y esto hace que no sea tan saludable como uno podría pensar. El kombucha natural no debería tener un sabor muy dulce, ¡si lo tiene significa que contiene demasiado azúcar!
En NaturaSì recomendamos marcas como Kombutxa, ya que tiene un contenido de azúcar reducido. En concreto, y gracias a su exclusiva fermentación, que alargan hasta 40 días, la marca contiene 1,8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, una cantidad casi ínfima que lo convierten en una bebida realmente saludable. Tan poco es el azúcar que contiene kombucha, que ni siquiera necesita refrigeración para conservación ya que la fermentación no continúa una vez envasado.
Además, los productos de la marca Kombutxa están hechos para Mün Ferments, una empresa pequeña que trabaja de manera totalmente artesanal. Actualmente producen en el Maresme, con agua del Pirineo y con ingredientes naturales, de primerísima calidad y ecológicos. Kombutxa elabora en seis variedades diferentes y envasa en vidrio, un material absolutamente seguro, que, además, es reciclable y reutilizable 100%.
¿El kombucha es una bebida detox?
Uno de los efectos más notables que el kombucha tiene sobre el cuerpo humano es que ayuda a desintoxicarlo. Esto se debe principalmente a tres cosas:
- El kombucha contiene cantidades sustanciales de ácido sacàric, que aporta una capacidad extra de desintoxicación en el hígado y que facilita el trabajo del ácido glucurónico que fabrica nuestro organismo.
- El kombucha contiene buenos bacterias y levaduras que regulan la flora intestinal. Esto, a su vez, reduce la producción de beta-glucuronidasa, lo que ayuda a que las toxinas se muevan a través del intestino sin que sean reabsorbidas.
- Los probióticos en el kombucha incluyen polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y ayudan a reducir la inflamación.
Para conseguir los efectos detox comentados arriba es recomendable tomar un vaso de kombucha al día, pero hablando claro, esta bebida fermentada no es un elixir milagro. Sin seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio de manera regular, el kombucha no te ayudará.
¿El kombucha contiene alcohol?
La cerveza y el vino se convierten en alcohólicos durante el proceso de fermentación. Lo mismo ocurre con el kombucha. La diferencia es que esta bebida de té generalmente contiene menos de un 0,5% de alcohol y, por tanto, aunque sí que contiene pequeñas cantidades de alcohol, no es considerada una bebida alcohólica.
Historia
El kombucha ha sido consumida por los aficionados a la salud y el bienestar durante mil·lennis.Va nació el 220 aC al noreste de China. Los antiguos bebedores de kombucha valoraban altamente esta bebida por sus propiedades terapéuticas y lo utilizaban para tratar problemas médicos, tales como infecciones y problemas digestivos.
En Japón hay una larga tradición de tomar kombucha. El 414 dC, un médico llamado Kombu, llevó el hongo del kombucha o SCOBY en Japón y lo utilizó para curar los problemas digestivos del emperador Inky. Posteriormente, los samurais en tomaban para tener más energía en sus batallas.
A medida que las rutas comerciales se expandieron, el kombucha llegó a Rusia y luego a otras zonas del este de Europa. Durante la segunda guerra mundial, fue introducido en Alemania, y, en los años cincuenta, se hizo popular en Francia y el norte de África. Hacia la década de 1960, los científicos suizos afirmaron que el kombucha era beneficioso para el intestino de una forma similar al yogur.
Actualmente, el consumo de kombucha está muy extendido en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y el Reino Unido.